En Harleys For You siempre nos ha gustado el Art Decó, ese movimiento artístico que ha dado algunos de los vehículos y objetos más bellos de la Historia.
Por ello, queremos comenzar este blog de HFY hablando de las motos Art Decó y nada mejor que dedicar este primer post a una moto que por su rareza y belleza merece ser la primera: la Killinger und Freund de 1938.
En 1935, un equipo de cinco ingenieros alemanes llamados Killinger y Freund de Munich comenzó a diseñar una versión más simplificada y modificada de la motocicleta de tracción delantera alemana Megola que había ganado muchas carreras de motos en la década de 1920.
El proyecto costó tres años de trabajo, pero el resultado fue impresionante. El desplazamiento del motor se mantuvo el mismo que en la Megola en 600cc pero era mucho más ligero y más simple que una motocicleta de 100 cc estándar del tiempo. Para hacernos una idea, el motor incluida la caja de cambios de 2 velocidades y el embrague, sólo pesaba ¡50 kg! y la moto en total, 135 kg.
Esta moto, que parece sacada de una película de ciencia ficción de los años 50, se diseñó con un motor de dos tiempos y tres cilindros, transmisión y embrague integrado todo ello en la rueda delantera.
Se desarrolló una suspensión delantera adecuada al peso y la tracción y una trasera más eficaz para hacer más cómoda la moto.
La aerodinámica era la primera prioridad del equipo, que quería que todas las partes móviles cubiertas y protegidas del barro y la suciedad. Además deseaban que la motocicleta tuviera un estilo elegante, factor importante en todos los vehículos de la época.
En este caso podemos decir que ambos deseos se cumplieron a la perfección con un éxito notable.
Las primera impresión que se tenía al ver la nueva motocicleta era que se trataba de una máquina de carreras aerodinámica con guardabarros redondeados para las ruedas delanteras y traseras.
Además el cuadro, la horquilla y el depósito de combustible estaban construidos sobre un cuadro de acero tubular cubierto de chapa.
La suspensión trasera se ancló en el extremo inferior del bastidor tubular y contó con elementos de goma y metal flexibles que no requerían mantenimiento.
La dirección era muy similar a una motocicleta ordinaria pero con elementos telescópicos verticales que aportaban más firmeza de lo habitual, lo que se tradujo en una distancia entre ejes que no variaba cada vez que horquilla delantera se hundía.
La nueva rueda delantera fue una gran mejora sobre el diseño de la Megola.
Como ya hemos comentado, el peso del motor se redujo hasta tal punto que la rueda delantera con el motor integrado tenía un peso total de sólo 50 kg. Además contaba con un carburador especialmente diseñado sin aguja de flotador que evitaba los problemas que podrían surgir causados por la vibración y un encendido mediante una batería aligerada que permitía que el motor arrancara sin problemas y que ayudó a mantener el peso de la moto en unas cotas muy bajas.
El motor era una obra maestra de la ingeniería, utilizando soluciones que derivaban de la ingeniería aeronáutica de la época y que no se usarían en automoción hasta décadas más tarde.
El motor, de dos tiempos y tres cilindros, utiliza un disco de giro denominado Drehschieber con orificios de admisión para el momento exacto de la toma de la mezcla aire-combustible .
Mientras que la mezcla de combustible-aire es aspirado por el vacío en los tres alojamientos de cigüeñal como de costumbre, el Drehschieber hace que la sincronización del producto para los tres cilindros sea perfecta.
El motor no era un motor radial como el de los aviones y por ello no había necesidad de un volante de inercia, permitiendo simplificar la mecánica y aligerar el peso. Esta disposición y el retroceso de los pistones en el sentido de giro aseguraban un perfecto equilibrio de las partes móviles.
Los cilindros eran de aleación Silumin (aleación de aluminio con una determinada cantidad de silicio que se usa todavía hoy en día en los motores de automóvil) y contaban en la culata con múltiples aletas de refrigeración.
Las salidas de los tubos de escape se situaron entre los radios de la rueda delantera fabricada en aleación. Los radios planos de la rueda fueron diseñados para servir como un ventilador de refrigeración funcional.
El embrague se encuentra en frente de la transmisión, que se mueve por cables de acero y se accionaba mediante una palanca de pie, al igual que las motos convencionales actuales.
Todas las partes del motor permitían un fácil acceso para trabajos de mantenimiento. De hecho, desmontar el motor solamente requería sólo retirar dos pernos y algunos cables para que todas las partes importantes estuvieran al alcance del mecánico.
Lamentablemente no sabemos cuántas unidades se construyeron de esta maravillosa máquina.
La que aparece en las fotografías fue encontrada en 1945 por las fuerzas de Estados Unidos en una instalación militar alemana. La motocicleta fue examinada y considerada tecnológicamente muy compleja y fue trasladada a Estados Unidos.
En los 60 años el coleccionista Harry Buck descubrió y adquirió la máquina cerca de Filadelfia, en el sótano de una mujer cuyo padre estuvo involucrado en el proyecto de traslado desde Alemania.
Un tiempo después Harry mostró la motocicleta parcialmente desmontada en una reunión en Oley y la vendió de nuevo.
Se cree que los compradores eran alemanes aunque no se ha vuelto a tener noticias de ella, desconociéndose su paradero actual, aunque se cree que todavía existe en alguna colección privada.
Ojalá aparezca adecuadamente restaurada para que podamos disfrutar de una obra maestra del Art Decó.